Terapia EMDR
EMDR – Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares (del inglés Eye Movement Desensitization and Reprocessing) es una terapia de reprocesamiento emocional para el tratamiento de las dificultades causadas por cualquier experiencia difícil en la vida de las personas.
Proporciona buenos resultados en situaciones muy diversas; estrés postraumático, fobias, obsesiones, creencias negativas sobre uno mismo, ansiedad, ataques de pánico, duelos traumáticos, rupturas sentimentales, incidentes traumáticos en la infancia, accidentes, depresión recurrente, trastornos disociativos, problems de apego…
También se usa EMDR para aliviar la angustia y/o miedo de hablar en público, mejorar el rendimiento en el trabajo, en los deportes y en las interpretaciones artísticas.
Existen investigaciones sobre la eficacia del EMDR que muestran un mayor mantenimiento en el tiempo de la mejoría de los síntomas frente a otras intervenciones terapéuticas al ir al origen del problema y resolverlo desde la raíz.
¿Por qué alivia tanto el EMDR?
EMDR es un abordaje centrado en el paciente que permite que el terapeuta estimule el sistema de procesamiento de información del cerebro, poniendo en marcha los mecanismos de curación inherentes al propio sujeto. El modelo EMDR también tiene en cuenta los componentes fisiológicos de las dificultades emocionales (por ejemplo, nudo en el estómago) y enfoca directamente estas sensaciones físicas además de las creencias negativas y estados emocionales como parte de los síntomas que perturban al paciente. Esto implica procesar recuerdos traumáticos, cambiar creencias autolimitantes y desensibilizar emociones y sensaciones no adptativas, así como facilitar cambios en el funcionamiento de la persona en el presente y hacia el futuro.
¿Qué sucede durante la aplicación del EMDR?
En el proceso con EMDR, el terapeuta trabaja con el paciente para identificar el origen de un problema específico que será el foco del tratamiento. El paciente describe el incidente traumático, a partir del cual es ayudado por el terapeuta para que seleccione los aspectos más importantes y que más lo angustian de dicho incidente. Mientras el paciente hace movimientos oculares (o cualquier otra estimulación bilateral) le vienen a la mente otras partes del recuerdo traumático u otros recuerdos. El terapeuta interrumpe los movimientos oculares cada tanto y solicita feedback al paciente para asegurarse que esté procesando adecuadamente.
La estimulación bilateral puede ser visual (movimientos oculares), auditiva o táctil (tapping). Esto facilita que se establezcan nuevas conexiónes cerebrales, logrando el procesamiento de la información y la disminución de la carga emocional.
El terapeuta guía el proceso, tomando decisiones clínicas sobre la dirección que debe seguir la intervención. La meta es que el paciente procese la información sobre el incidente traumático, llevándolo a una «resolución adaptativa», es decir a) una reducción de los síntomas; b) un cambio en las creencias disfuncionales y c) la posibilidad de funcionar mejor en la vida cotidiana.
El abordaje empleado en EMDR se sustenta en tres puntos: 1) experiencias de vida temprana; 2) experiencias estresantes del presente y 3) pensamientos y comportamientos deseados para el futuro.
El procesamiento de un trauma con EMDR puede ser desde 3 sesiones para una situación traumática puntal, hasta más de un año para problemas más complejos.
Lo que NO es EMDR
Es importante que el paciente sepa que el EMDR no se realiza en estado de sueño ni trance;
Se trabaja desde un estado de atención y conciencia plena, por lo que se pueden interrumpir los movimientos y parar el proceso en cualquier momento que lo necesite.
No es parecido a la hipnosis, sugestión, ni consiste en obligarse a pensar de otra manera;
El cambio surge de dentro del propio cerebro del paciente y cuando la información está integrada y resuelta de forma adaptativa, seguirá disponible así para uso en el futuro.
El EMDR no borra ni recupera recuerdos;
Sirve para sanar, así que no saca nada que el cliente necesite, ni borra el pasado sino que se recuerda de una manera sana, sin dolor, pero manteniendo lo necesario para aprender de los momentos malos.
Permite muchas veces conectar y sentir memorias adaptativas que estaban tapadas por otras dolorosas.
¿Qué es un trauma?
La palabra trauma deriva del griego y significa «herida». El trauma es una «herida psicológica» que puede ser provocada por variadas situaciones.
Por ejemplo, cuando oímos hablar de traumas lo asociamos a problemas originados por grandes desastres naturales o aquellos causados por el hombre, como guerras, accidentes, etc. Los especialistas los denominamos Traumas con «T» por la gran magnitud de sus causas. También existe otra categoría de traumas con «t», cuyo origen está relacionado con hechos, aparentemente, de menor importancia. Como por ejemplo: desprotección, humillación, inversión de roles en la familia, etc.
Sin embargo, la importancia de las causas del trauma no determina la calidad del daño que éste produce. Puede ser tan dañino un «Trauma» como un «trauma», porque sus efectos dependerán de cada persona, de su historia y entorno afectivo, del momento en que se haya producido y de su reiteración a lo largo del tiempo. El trauma, no importa su origen, afecta de tal manera la salud, la seguridad y el bienestar de la persona, que ésta puede llegar a desarrollar creencias falsas y destructivas de sí misma y del mundo.
¿Cómo se desarrolló el EMDR?
En 1987, la psicóloga norteamericana, Francine Shapiro, observó por casualidad que los movimientos oculares en ciertas condiciones pueden reducir la intensidad de los pensamientos perturbadores. Inició una investigación (Shapiro, 1989) con sujetos traumatizados en la guerra de Vietnam y víctimas de abusos para medir la eficacia del EMDR, concluyendo que reducía de manera significativa los síntomas del Trastorno por Estrés Post Traumático y TEPT complejo en estos sujetos.
Sobre la creadora del EMDR
Dra. Francine Shapiro: Doctora en Psicología, fundadora del EMDR, es Investigadora «Senior» en el Mental Research Institute -Instituto de Investigación Mental -, Palo Alto, California. En 1994 recibió el Premio a la Destacada Consecución Científica en Psicología presentado por la Asociación Californiana de Psicología. En el 2009, el APA (Asociación Americana de Psiquiatría) reconoció el EMDR como la psicoterapia más efectiva para el tratamiento de los efectos del trauma.